LIBROS RECOMENDADOS



Tuvimos el privilegio de asistir, por pura tincada, a la presentación de este libro efectuada el 10 de septiembre en la sala Obra Gruesa de la PUCV. El autor fue profesor de historia en esta universidad y trabajó durante más de diez años en la elaboración de este libro, amenamente relatado, que no dudamos que pronto será lectura obligada para conocer la historia del Once. Lo que gatilla el libro después de darle mil vueltas es el constatar que el PSU puntaje máximo de Historia dice anonadado que en un colegio de donde han salido más de diez presidentes de Chile no se estudie el 11 de septiembre, como si nunca hubiera sucedido.

El libro fue presentado por el profesor de castellano y político Luis Guastavino, quien fuera considerado en su época el mejor orador del Congreso,  lo cual nos consta. Guastavino hizo un mea culpa de la izquierda, sobre todo del ala comunista donde hubo elementos que estropearon más que favorecieron la puesta en marcha de la utopía allendista con anchas alamedas y todo. Criticó severamente a Altamirano por su fanatismo cegado. Criticó también los tres tercios y la participación tibia pero persistente de la democracia cristiana en la conspiración que culmina en el gope, y la fallida intervención de Frei en esas famosas reuniones en casa del Cardenal Silva Henríquez, acaso sentido por el trato horrible que le diera el sedicioso diario El Clarín -famoso por su sarcástico Enano Maldito-, a su poco agraciada señora, blanco de sus burlas. Por tonteras com ésa, ahora llamadas bullyng, la izquierda se farreó el apoyo moderado y conciliador de la democracia cristiana. O sea, el destino del país pudo haber sido otro. Los propios comunistas aparecen como casi moderados, salvo los exaltados, ajustándose a que lo más recolucionario era cumplir el programa.

El propio Roberto Silva, director de un diario regional alternativo, El Observador,  y, por lo mismo, muy interesante (fuera del aspecto netamente de avisaje), es secundado por un equipo de periodistas con quienes supo afiatarse para contar amena y documentadamente la historia del 11, con amplio apoyo de fotografías de la épca, sin que la sangre llegue al río, esto, con una visión sobre los unos y los otros que asombra por su comesura.

No obstante, su tesis central es que la culpa del Once la tuvo la clase política, que no supo ni gobernar ni trabajar en conjunto, aunque desde perspectivas distintas, por el bien común del país. A ello se le suma la colaboración infame de la CIA bajo el gobierno de Nixon y el maquiavelismo admirado de Kissinger para cortar la racha socialsta que se veía venir en Chile peor que Cuba, que podía dar origen a brotes en todo el mundo, incluso en Francia. Al meno, eso fue lo que creyeron entonces o que quisieran creer, porque aquí la izquierda había sido elegida democráticamente, no por un golpe ni un vasto movimiento revolucionario. Sin mayoría en las urnas, a Allende lo dejaron solo; los dos tercios restantes se le fueron en collera, y dentro de su propio partido hubo querellas y discusiones, donde convivían por igual el Mir, el Mapu, la Brigada Ramona Parra, el Partido Comunista y el Socialista, además del GAP, los famosos amigos personales del presidente, los pocos que estuvieron con él hasta el final. La izquierda no estaba preparada para gobernar ni para apoyar al presidente cuando sobrevino la crisis. Allende al menos cumplió con su palabra de morir en la Moneda por lo que creía justo, igual que Pinochet, que tuvo la suerte de morir de viejo.



“Historia del 11 de Septiembre de 1973: Antecedentes históricos, los sucesos del Once y sus consecuencias para Chile”, es un libro de 288 páginas, de gran formato (tipo enciclopédico, de tamaño similar a los diarios tabloides); que pretende explicar las razones del Golpe de Estado, relatar el detalle de lo vivido hora por hora y explicar el activo rol que tuvo la prensa en el proceso de quiebre político, entre otros elementos.




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